La basura de algunas personas puede ser el tesoro de otras, para algunos esto es solo un refrán o decir popular, mientras que para otros es la realidad de su día a día, es decir, para quienes su oficio es ser chatarreros callejeros. De esta forma son conocidas las personas que se dedican a recoger chatarra, almacenarla y clasificarla para luego vender.
Los rebuscadores de basura, como también son llamados, pasan sus días por las calles de España recogiendo diversos desechos metálicos como electrodomésticos viejos y piezas de estos, objetos metálicos que ya no se pueden utilizar, baterías de autos, placas, entre otros. Algunos los transportan en carros de supermercado, otros en bicicletas y hay quienes buscan la ayuda de camiones para ello.
Una vez han recolectado suficiente lo clasifican para venderlo, generalmente por kilos, y así poder obtener el dinero para sobrevivir. Cabe destacar, objetos fabricados con materiales como el acero y el aluminio son muy apreciados, pero el cobre es el más cotizado.
Esta acción de los chatarreros callejeros es completamente irregular, ya que según las ordenanzas municipales, recoger residuos de los contenedores y las vías públicas sin algún tipo de permiso u homologación es multado.
Sin embargo, estas personas afirman que lo único que hacen es que reciclar esas cosas que los demás ya no quieren y las tiran, para ellos es la fuente de ingresos para cubrir sus necesidades básicas. Incluso, algunas de estas personas residen en instalaciones de fábricas que han sido abandonadas y en condiciones míseras y allí mismo almacenan la chatarra que recolectan.
También es muy común verlos en las puertas de los centros de reciclaje para poder tomar los residuos, en ocasiones solicitan a las personas que acuden allí, les regalen esos objetos que piensan desechar.
Cabe destacar, no solo ciudadanos españoles son rebuscadores de basura, también hay un número importante de inmigrantes que han comenzado a ver en la chatarra un medio de vida. De cualquier forma, el número ha ido en aumento, preocupando al resto de la ciudadanía y a las empresas que se dedican al sector de manera formal.